P.- ¿Cómo surge enviar a tu investigador Mat Fernandez a la Cataluña
del Procés en Nunca
bombardees Perl Harbor?
R.- Es una pregunta trampa,
¿verdad? Realmente, Mat llega a Barcelona a investigar una muerte en el Raval
e, indirectamente, en la historia de Esplugas City, el poblado del oeste. Así
que no llega a Macondo o Comala, llega a una zona que en este momento vive una
realidad regida por una polarización creciente. Así que, con independencia de
la interpretación que se le de a esa realidad Mat, la Cataluña del procés es
solo el decorado en que se enmarca la investigación.
P.- ¿Qué tipo de delincuencia o corrupción encuentra en Cataluña Mat
Fernández en Nunca
bombardees Perl Harbor?
R.- La delincuencia y la corrupción
no es un patrimonio de la política. Es parte inherente a la sociedad y al ser
humano. En Cataluña lo que Mat encuentra es un concepto discutido y discutible
como es la postverdad y una valoración de que un mundo globalizado y en manos
de grandes grupos económicos los cambios solo pueden operar con la anuencia del
poder político.
P.- ¿Qué viaje al pasado tendrá que hacer tu protagonista?
R.- No solo es un viaje al pasado.
Más bien la situación es que el pasado, que en su mayor parte desconoce Mat, se
le presenta de improviso en el presente. Y esa nueva verdad, o postverdad,
cambia la percepción de sus últimos años. Las piezas del puzzle de su vida
saltan en pedazos y cuando creía tener resuelto y pacificado temas esenciales
debe reprogramarse y comenzar a dar respuesta a las preguntas que ya había
respondido. O como reza la sentencia anónima: Cuando teníamos las respuestas
nos cambiaron las preguntas.
P.- Culminas un trilogía con Nunca
bombardees Perl Harbor; reunidas las tres obras (junto a Los ojos del puente
y Un camino a través del
infierno) ¿Qué se encuentra el lector? ¿Se llega a una conclusión?
R.- En realidad se ha hecho un
juego. Las tres obras de Mat no forman una trilogía. Es decir, la saga
continúa. La trilogía que se culmina es un reto que me hice hace dos años de
hacer un tridente de la redención en tres géneros diferentes. Y hecho está. Se
inició con un thriller, Mientras mueres, se ha continuado con un noir, Nunca bombardees Pearl Harbor, y
culminará con una novela histórica que acabo de terminar. Así que hay Mat para
rato. Es cierto que el personaje ha tenido una gran difusión en M.A.R.
Editor, y sobre todo, tiene mucho seguidores y muy fieles. Quienes
leyeron el primer libro han seguido al personaje y estoy seguro que nos vamos a
reencontrar con este tercer título.
P.- ¿Qué papel puede tener un festival como Tenerife Noir para internacionalizar
tu novela?
R.- En mi caso, ninguno reseñable.
No utilizo mi papel de comisario para promocionar la novela. Antes de articular
este proyecto, mi obra ya había sido finalista del Benito Pérez Armas (El fondo
de los charcos), mención especial del LH Confidencial (Un camino a través del
infierno) y ganadora del Wilkie Collins (Los ojos del puente). La influencia de
la obra y su valor está en el vehículo editorial-autor y en los lectores. Si es
cierto que hay muchos autores canarios para los que supone una facilidad para
acceder a otros públicos y que es un gran sitio para autores de América y
Europa que quieren darse a conocer en España.
P.- Tenerife es un lugar paradisíaco, pero surge mucha y muy buena
novela negra ¿por qué?
R.- Por el océano; por la sensación
aparente de aislamiento, estamos solos así que nadie nos ve y podemos hacer lo
que nos de la gana; y por el enclave estratégico-geográfico tricontinental de
las islas.
P.- ¿Tienes la sensación de haberte convertido en uno de los padres de
la novela negra española por tu obra y tu trabajo al frente de Tenerife Noir?
R.- Supongo que esa será una
valoración que los críticos deberán hacer dentro de una década. Formo parte de
la hornada del boom noir. Hay cantidad y calidad de autores. En diez años
habremos separado el trigo de la paja. Y, seguramente, te podré dar una
respuesta más precisa.
P.- ¿Qué tipo de referencias encuentra el lector en tu obra?
R.- No soy un escritor
unidimensional. Cine, literatura, música, deporte están en el ADN de Mat
Fernández. Es posible que esos universos colaterales sean a la vez un pro y una
contra de mi literatura, pero es el paisaje en el que se encuentra a gusto mi personaje.
Pero como he dicho en alguna ocasión el mayor patrimonio que tiene una sociedad
es su memoria. No olvidar ni el pasado y sacar conclusiones del presente.
Todo sobre el libro en http://www.mareditor.com/narrativa/nunca_bombardees_pearl_harbor.html