06 marzo, 2018

La delincuencia no impide que Tenerife sea un lugar paradisíaco. Si uno mira el mundo en general, se queda con Tenerife. (Pascal Buniet)


P.- ¿Sombras en la meta es una novela negra, policíaca, detectivesca?
R.-Una novela policíaca, rozando lo detectivesca porque hay investigación policial. Los investigadores tienen que resolver un enigma, tirando de los hilos uno tras otro para llegar a entender el misterio de la desaparición del corredor.
P.- ¿Cómo surge la idea de que la novela tenga como punto de referencia una carrera como la Blue Trail?
R.-Simplemente porque conozco la Bluetrail desde dentro al haber participado en varios ocasiones. Es un ambiente que no puede captar el espectador. Hay que estar ahí dentro para sentirlo. He querido transmitir esas sensaciones. Pero Sombras en la meta no es una novela sobre la Bluetrail. La carrera es el marco en el cual está instalada la trama. La investigación empieza ahí y sigue en otros mundos corruptos.
P.- Tu primera novela trata sobre de quienes mueren intentando llegar a Europa, la segunda de las tramas ocultas del boom inmobiliario canario ¿y la tercera, qué tiene detrás?
R.-Trata sobre el mundo de un deporte de masa. ¿Por qué tanta gente corre de repente? Una pasión que une a gente muy distinta, con vida y pasado desconocido, todos juntos en la salida, pero no necesariamente iguales en la vida. Pero además en la novela vuelve el pasado, hechos delictivos de otras épocas, todo regresa como un boomerang. Nadie escapa a su pasado.
P.- ¿Es mucha la dificultad para un autor francés escribir una novela en español?
R.- No, el español es el idioma que he usado en el día a día durante los casi cuarenta últimos años. En ese momento estoy traduciendo Sombras en la meta al francés y me doy cuenta que me cuesta a veces encontrar las expresiones adecuadas. Durante los últimos meses he estado leyendo exclusivamente en francés para contrarrestar ese problema. Aunque acabo de terminar uno en ingles Never let me go de Ishiguro. Volveré al francés después de leer algunas interesantes novelas que he descubierto en Tenerife Noir. Pero para escribir seguiré en español.

P.- ¿Qué papel puede tener un festival como Tenerife Noir para internacionalizar tu novela?
R.- Sin lugar a dudas. Quienes conocemos el mundo literario, al nivel que a cada uno nos corresponde, vamos descubriendo día a día que las presentaciones de libros individuales no son suficientes, que cada vez acude menos público a las mismas. Los festivales como éste unen a autores, editoriales, público y prensa en un mismo lugar, para hablar de un tema común, lo cual enriquece a todas las partes participantes. Y acercar lo que se escribe aquí y allí, alrededor de un idioma común, enriquece mucho más, nos da a conocer nuevas facetas, como las caras de un diamante, que debes estar cerca de él para apreciar toda la belleza de sus miles de tonalidades.
P.- ¿La Tenerife de tu novela es un lugar paradisíaco o hay algún aroma hispanoamericano que puede venir a calmar la paz?
R.-En el caso de la novela si hay ese ambiente, esa historia de delincuencia lejana. Pero eso no impide que Tenerife siga siendo un lugar paradisiaco, quizás no tanto como lo fue, pero si uno mira como está el mundo en general, uno se queda con Tenerife.
P.- ¿Qué tipo de violencia va a encontrar el lector en tu novela?
R.- La violencia que hay en esa novela es violencia práctica, no gratuita. La violencia práctica es la que se usa solamente para resolver o eliminar un problema cuando no hay otra opción. No me gusta recrearme en añadir carnicería o sadismo para hacer más negro.
P.- ¿Después de varias décadas viviendo en Tenerife uno es más francés o español?
R.- Creo que a este punto de mi vida soy más español al haber vivido más años aquí que en Francia. Suelo decir que soy francés pero no practicante. A pesar de todo, mis raíces profundas y mi educación siguen ahí… en el fondo. No me disgusta tener un poco de los dos.