11 noviembre, 2016

MUERTE DE UN AVIADOR, Christopher St. John Spring

Christopher St. John Sprigg, escritor británico, llegó a escribir siete novelas policiacas que se publicarían tras su muerte acaecida cuando apenas contaba con treinta años. Comprometido con la ideología comunista, participó en la Guerra Civil Española con el Batallón Británico de las Brigadas Internacionales que combatieron a favor de la República. Murió mientras luchaba en el Frente del Jarama.

George Furnace, excombatiente de la aviación inglesa en la Primera Guerra Mundial, es un excelente instructor de vuelo en el Aeroclub Baston dirigido por la joven Sally. Todos admiran su pericia en el manejo de los aparatos, su paciencia con los alumnos y su carácter honorable. Pero un día en el que pilotaba solo en los alrededores del aeródromo su avión se estrella inesperadamente provocándole la muerte en el acto. Las primeras investigaciones indican que Furnace ha podido suicidarse a pesar de las dudas de cuantos le conocían. Es el obispo de Cootamundra, en Australia, que casualmente estaba allí durante esos días recibiendo instrucción aérea, quien descubre algo sospechoso mientras está velando el cadáver.

La trama, que se desarrolla con ingenio, consigue involucrar a cada uno de los personajes que de alguna manera están presentes como espectadores en el momento del suceso. Son muchas las dudas y pocas las pistas para resolver el misterio y el autor va enredando al lector en un torbellino de posibilidades. 

Con una narrativa elegante, los personajes quedan definidos según una forma típica de dividir la sociedad inglesa, sin dar cabida a demasiadas complicaciones psicológicas, salvo las necesarias para alcanzar un desenlace inesperado.